Certificación de Producto Voluntaria

La certificación de productos destacan las características específicas de un producto que lo diferencian de otros similares. Hace énfasis en la credibilidad del producto y los atributos de calidad.

Certificar un producto significa declarar por escrito su conformidad con una especificación técnica, por medio de un método operativo definido y con un límite de fiabilidad establecidos. El certificado y la marca de certificación que aparece en la etiqueta del producto son las herramientas óptimas de comunicación a fin de responder a las demandas de los consumidores.

La decisión de realizar la certificación de productos voluntaria significa trabajar hacia la mejora continua. Esto es necesario para mantener las normas cualitativas establecidas en todas las actividades periódicas e independientes de vigilancia. Al realizar una certificación voluntaria de productos, las características del producto están garantizadas acorde a la norma EN 45011/ISO Guía 65.

¿Qué es la certificación de productos voluntaria?

La certificación de productos voluntaria puede referirse a normas reconocidas como la Organización Internacional de Normalización (ISO) o las propias normas TPS de DNV (Technical Product Certification). 

La Especificación técnica del producto es un documento público que describe las características significativas y relevantes del mismo, el plan de muestreo y, si procede, el método analítico utilizado para verificarlo.

En todos los casos, la certificación implica una evaluación del sistema de calidad, la vigilancia de los procesos de producción y pruebas sobre muestras de productos cuando sea pertinente. Las muestras se evalúan contrastando los parámetros basados en las características del producto y el nivel aceptable de riesgo para el consumidor y productor.

¿Por qué es buena la certificación para mi negocio?

En los países desarrollados las necesidades de los consumidores ya no suelen estar vinculadas a la “cantidad del alimento". Sin embargo, cada vez están más interesados en la seguridad alimentaria y las características nutricionales, organolépticas y tecnológicas de los alimentos que compran. 

Los consumidores quieren saber más sobre las características específicas del producto que lo distinguen de otros productos similares. Certificar un producto, significa destacar las características explícitas e implícitas del mismo, y para confirmar el compromiso de su compañía hacia una búsqueda constante de una mayor calidad.

La certificación de productos no debería subestimarse como herramienta de marketing, y es una tarjeta de visita útil para introducir su producto en un nuevo nicho de mercado o para los minoristas.

El primer efecto positivo es el aumento del valor de la marca del producto, que a su vez juega un papel fundamental en el incremento de los clientes - y por consiguiente en la rentabilidad económica.

¿Cómo puedo prepararme para la certificación?

La organización debe identificar las características del producto que, una vez garantizadas, dan valor añadido al producto en sí. 

El siguiente paso es planificar el proceso de producción, documentando los resultados con la carpeta técnica del producto. La carpeta técnica de producto es un documento de la empresa, y por lo tanto confidencial. En él se describen los procesos de producción y control llevados a cabo por la empresa para alcanzar los resultados esperados.

El proceso de planificación incluye:

  • Establecer los procesos de producción necesaria, y proporcionar recursos específicos para el producto 
  • La identificación de la certificación necesaria, validación, seguimiento, control, y las actividades de prueba específica para el producto y los criterios para la aceptación del producto 
  • Definir los registros necesarios para demostrar que los procesos y producto resultante cumplen con los requisitos aplicables

Más información (en inglés)