Un código QR es una tecnología de etiquetado basada en una matriz bidimensional. Como tal, contiene más información que un código de barras que es unidimensional, por ejemplo. QR significa Respuesta Rápida. Si se escanean con la cámara de un teléfono inteligente, por ejemplo, los códigos QR revelan rápidamente una página web o una aplicación con información relevante, información de pago, la verificación/certificación de un producto o empresa, la geolocalización de alguien o el acceso cuando se imprimen en tarjetas de embarque o billetes.
En el mundo conectado de hoy en día, el acceso instantáneo a través de múltiples canales y plataformas se está convirtiendo en algo común. Los consumidores también basan cada vez más sus decisiones de compra en la historia y las características de un solo producto en lugar de una lealtad ciega a las marcas. Los códigos QR, por ejemplo, pueden proporcionar un acceso rápido a dicha información, directamente desde un producto. El almacenamiento de los datos del producto en una cadena de bloques garantiza la transparencia y la confianza que exigen los consumidores.
La reciente encuesta de DNV GL ViewPoint ¿Qué les importa a los consumidores cuando compran productos alimentarios y bebidas? se centró específicamente en la aplicación de la tecnología de código QR en la industria de alimentos y bebidas. ¿Qué tan conscientes son los consumidores en todo el mundo y utilizan los códigos QR para ayudar a sus decisiones de compra?
Muchos productores y fabricantes utilizan códigos QR u otras tecnologías de etiquetado en el embalaje del producto. Al ser escaneado, el consumidor es llevado a una aplicación o página web que proporciona más información sobre el producto, el productor o la marca. El objetivo suele ser informar, promover o retener la lealtad. Esta forma de comunicación permite compartir mucha más información de la que puede caber en el envase, y cualquier historia puede ser contada de una manera más atractiva y visual. Además, las empresas pueden documentar y probar sus afirmaciones exhibiendo certificados o datos encadenados vinculados a ese producto específico en lugar de un discurso corporativo.
Las diferencias geográficas en cuanto a la familiaridad y el uso se encuentran en el estudio. En China y Brasil más del 55% dicen haber notado códigos QR en los envases de alimentos y han escaneado uno al menos una vez. En Europa y los Estados Unidos, alrededor del 75% ha visto un código QR, pero menos de la mitad lo ha escaneado (33% en Europa; 39% en los Estados Unidos). Una de las razones puede encontrarse en la proliferación de códigos QR para pagos digitales, venta de entradas y otros propósitos, en China en particular, donde la aplicación WeChat se utiliza para todo en estos días. Además, el estudio reveló que el uso de los códigos QR era más frecuente en las zonas en que los consumidores asumen una responsabilidad individual de comprobación de la información para garantizar la seguridad alimentaria de los productos que compran.
En Europa y los EE. UU., alrededor del 20% no ven muchos códigos QR en los envases de alimentos. Sin embargo, alrededor del 53% declara que están dispuestos a probar si la información prometida sobre el origen y la autenticidad del producto, por ejemplo.
La encuesta reveló que los consumidores están más interesados en la información del producto. Más allá de la seguridad alimentaria, temas como el contenido, el origen de los ingredientes y el envasado sostenible son los más importantes. Además, el producto en sí es su fuente principal. La conciencia y la voluntad de utilizar códigos QR no parece ser el factor limitante para que las empresas exploren e implementen esta tecnología.
No obstante, las necesidades de los consumidores pueden dividirse en dos grupos. El primer grupo (19%) o bien no ha visto muchos códigos QR todavía o no sabe lo que son los códigos QR y por lo tanto necesitará alguna explicación y educación. El segundo grupo (46%) ya lo ha intentado; sin embargo, es posible que quieran un valor añadido antes de empezar a utilizarlos regularmente.
Lo que parece ser común es que, mientras que el código QR parece estar extendido, el compromiso entre los consumidores de alimentos y bebidas parece ser bajo. Esto indica que todo el potencial de esta tecnología aún no ha sido explotado por la industria de alimentos y bebidas. Sin embargo, existen soluciones para compartir información e historias de productos confiables con los consumidores a través de etiquetas atractivas con códigos QR incorporados. Las empresas capaces de compartir más parecen tener mucho que ganar.